Sunday 21 September 2014

Aleluya...vaya lío!!!!

Cuando leí que la palabra de la semana era Aleluya..pensé: y ahora qué escribo??. Y fue cuando me vino a la mente el significado que  para mí tiene esa palabra: alegría, regocijo, alivio...y supe de tirón de qué escribiría.

La primera vez que vine a Gibraltar (donde ahora vivo) fue en 2012. Nunca había tomado un avión...jamás había salido de la frontera acuática de mi país: Cuba. Fue toda una experiencia de sigilo, secretismo y un poco de superstición. Para los que nos conocen ( a nosotros los cubanos) es una realidad que no nos sentimos seguros hasta que no montamos en el avión y a veces ni así. En mi caso era un boeing 747 de la aerolínea Virgin. Imagínense!!! Yo que nunca había tomado un avión en mi vida encontrarme en uno nada más y nada menos que trasatlántico y con destino Londres. Era simplemente increíble!!! Como increíble fue que no supiera desabrocharme el cinturón de seguridad..que pegara un salto cuando descargó el baño y que no supiera que con mi abriguito iba a pasar más frío en Londres que en el Polo Norte.

La sensación que experimenté cuando  aterricé y me vi en la terminal Sur de Gatwick fue de pequeñez. Era un sinfín de personas, maletas, niños...hombres con trajes, mujeres con shislabas o jihabs y todo en un maremagnum de idiomas extranjeros. Eso sí..todo reluciente, pulcro...brillante. Sentada en una cafetería, con mi chocolate caliente en la mano y viendo a través del cristal como el viento azotaba a los que entraban y salían del aeropuerto pensé: Estás en Europa!!!

La sensación de bienestar duró hasta que tuve que sortear los 100 metros que me separaban de la entrada del aeropuerto a la parada del bus que me llevaría al hotel. Con 5 grados de temperatura fue como estar en bikini dentro de una nevera. Por suerte los británicos se caracterizan por su exquisita puntualidad y el bus llegó a los 2 minutos...2 interminables minutos para trasladarme a un hotel que parecía salido de la serie Downton Abbey...entre bosquecillos, molinos de trigo, casas con chimeneas de ladrillo y OVEJAS!!! Dentro alfombras de 20 centímetros de espesor, sillones de piel, mesas de madera pulida..una pelicula. Mi habitación tenía una claraboya en el techo y cuando vi que a las cuatro y media de la tarde era noche cerrada me di cuenta cuan lejos estaba de casa.

Por suerte mi vuelo al siguiente día salía temprano en la mañana rumbo a Gibraltar por lo que estaría a más tardar a las 12 ya en tierra...o eso creía yo. Luego  de los trámites de rigor de chequeo de pasaporte, pesaje de maletas etc...corriendo a la puerta de la que salía el avion de Easyjet al fin me vi sentada y despegando hacia mi puerto de llegada. Luego de dos horas y media mirando por la ventana como las tierras de España parecían un inmenso mapa de colores verdes y marrones el piloto anunció que aterrizaríamos en Gibraltar en unos 15 minutos. Al fin!!! fue lo que pensé. Ya estaba cansada de tanto ajetreo y llevaba dos días de vuelo...mi cuerpo se lo estaba sintiendo ya. 

Justo cuando empezabamos a descender el avión comenzó a sacudirse violentamente. Los pasajeros se miraban con cara de espanto..los nervios a flor de piel. No se si saben que la pista de aterrizaje de Gibraltar está entre las más peligrosas del mundo por los continuos vientos que azotan el Peñon. Pues en noviembre como era...fue imposible y luego de 20 minutos de tentativas infructuosas el capitán anunciaba que aterrizaríamos en Málaga. Bueno..tomándolo filosóficamente no lo consideré un tropiezo así conocería otro lugar antes de llegar. Lo que no tenía en mente que mi visa era para Gibraltar, no para España...pero al funcionario de Aduana de Málaga sí no se le escapó así que me vi echada a un lado, en una terminal antigua del aeropuerto y custodiada por un Guardia Civil hasta para ir al baño no fuera a ser que se me ocurriera echar a correr y salir del aeropuerto. Agradable verdad?

Pues al cabo de siete horas, hecha ya amistad con todos los guardias civiles con los que hablé hasta de futbol, tomadas las fotos para la visa española y habiendo comido me acomodé en un banco de la terminal con la cabeza en mi bolso dispuesta a pasar allí la noche. Justo en ese momento me anunció el funcionario en cuestión que me iba en un taxi para Gibraltar pues ya Madrid había considerado mi caso y concedido la visa. Gracias Madrid..al menos no pasé aquí la noche" pensé irónicamente. Dicho y hecho...a Gibraltar en taxi por toda La Costa del Sol pero bajo una llovizna pertinaz y una niebla que podía dejar ver poco más de 10 metros adelante. 

Tras dos horas de viaje con un taxista andaluz que hablaba hasta por los codos vi por primera vez el Peñón de Gibraltar...envuelto en la lluvia y la nube de Levante..alzandose de forma imponente contra el cielo sin estrellas. El corazón me repiqueteaba como un tambor...me faltaban solo minutos. 

Con mi maletita y bolso de mano...aterida de frio crucé la fronetra, entregué mi documentación y empecé a andar por el pasillo que separaba España de Gibraltar. Al doblar un recodo puede distinguir al final del pasillo a mi esposo ( novio en ese entonces) envuelto en un chaquetón, todo mojado de la lluvia y con los brazos abiertos listos para un abrazo. En ese momento...si no fue aleluya lo que me vino a la mente el sentimiento fue muy similar: regocijo, alegría y por qué no...alivio!!!!

Era el final de mi odisea, la llegada a puerto seguro y el comienzo de una nueva etapa en mi vida....pero esa, esa es otra historia.

7 comments:

  1. Una historia bastante complicada,como buen Cubano con humor,de veras muy divertida������

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  2. Una bella historia adonde yo la he vivido desde el otro lado, me encanta tus palabras que al leerlas me hace sonreir. Un beso.

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    1. Lo sé darling...tú también pasaste lo tuyo esperando aque llegara!!!

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  3. Vamos a ver si ahora si me deja. Pues la historia muy amena, me recorde de cuando cruce la frontera acuatica, el mismo miedo, que si no hay nada seguro, que si nos bajan del avion, etc, etc. El episodio del baño, que nos pasa a todos ya veo, lo vine a vivir cuando llegue al otro lado del estrecho, pero creo que todos los que crecimos en Cuba nos podemos identificar con tu Aleluya pues aunque no todos teniamos que aterrizar en The Rock y aterrizamos en Malaga si teniamos el miedo, pasamos trabajo cuando cruzamos "el charco" (estuve 4.5 horas en inmigracion y cogi una pulmonia que por poco me saca el pulmon) y cuando salimos habia alguien especial para recibirnos, en este caso mi abuela que en paz descanse.
    Las anotaciones de la nueva etapa son esperadas.

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    1. gracias Roberto!!! Ya veo que al fin pudiste comentar!!! jajajja.. Pues me imagino que si todos los que saltamos el charco contáramos la historia pues sería un libro enorme y divertido. Y no te preocupes..habrá más publicaciones!!!

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