Thursday 19 January 2023

 


  Que bochorno, por favor!!! Penso mientras miraba como la cola para la guagua crecia y se enroscaba como una serpiente infinita.

-"En esta fijo que me voy de pie"- Pero no habia opcion. Cualquier otro dia hubiera esperado con calma y resignacion a que pasara la otra guagua (dentro de unas dos horas) con tal de irse sentada, pero hoy tenia un compromiso y debia llegar a casa para ducharse y arreglarse. 

-"Por que habre dicho que si, si es que no tengo ganas?- se machaco por enesima vez e hizo la nota mental de aprender a decir que no mas a menudo. Encima el dia en la Universidad habia sido agotador. Dos turnos de Redaccion y Composicion a primera hora de la maniana no era lo mas adecuado para empezar con buen pie. Pero lo peor fue la tarde. Doble de Historia despues del almuerzo con pregunta escrita evaluativa incluida la habian dejado medio zombie. Y ahora esta cola. Si, definitivamente el humor le iba mejorando por minutos.


Hora y media despues iba entrando por el pasillo de su casa...sudada, hambrienta y con mas mala leche que la permitida para sus 21 anios. 

-"Esta noche nos vemos!!! A las 8:00 aqui afuera!!!" le espeto su vecina asomando la cabeza por la ventana del primer apartamento.

-"La jodida parece que me huele"- penso mientras le decia adios con la mano para evitar mas conversacion al tiempo que contestaba: "que si, pesada. A las 8:00 nos vemos ".

Solto la mochila nada mas entrar a casa y se tiro en el sofa mirando al techo. Tenia que poner agua a calentar, recoger un poco la salita/comedor/cocina /banio, vestirse y darse animos pero necesitaba unos minutos para convencerse de arrancar. Al cansancio del dia se le sumaba el desanimo que siempre sigue a  una ruptura. Aunque hacia meses su relacion habia acabado aun le costaba desprenderse de la dependencia que tres anios de perpetua compania habian causado. Y era lo mejor, lo sabia, pero aun la ausencia escocia y la cama seguia sintiendose enorme. Ese estado de animo era el que habia causado que su vecina y amiga la obligara a salir esa noche para probar la ultima atraccion de moda: un barco con musica que le daba la vuelta a la Bahia y donde convergia toda la juventud los fines de semana. 

-"Venga, arriba, que sabes que de esta no te vas a escapar". Media hora despues estaba casi lista, solo faltaba decidir que ropa ponerse. Opto por un vestido de hilo muy fino y casi transparente de color blanco a rayas beige, de tirantes y sin adornos y unas sandalias artesanales de cuero. El cabello negro suelto y muy poco maquillaje y voila...

-" Ya veras que bien la vamos a pasar- le aseguro su amiga mientras le cogia cariniosamente de la mano. -Ahora vamos hasta el semaforo a ver que podemos coger para llegar alli. Con suerte, nos sale gratis-


Y asi fue. Solo habian pasado escasos cinco minutos cuando un jeep descapotable paro en el semaforo y, tras breve negociacion, resulto que iban en la misma direccion que ellas y les ofrecio llevarlas. Eso si, simepre que  " la chiquitita se siente al lado mio" dijo el chofer. La chiquitita era ella, la mas baja de las tres que iban juntas. 

Su amiga levanto la ceja en muda interrogacion y ella le contesto encogiendose de hombros. La verdad le daba igual sentarse en un lado u otro y verdaderamente, el muchacho estaba muy bien y era muy simpatico. Se sento a su lado e hizo lo imposible por ser agradable, mientras sus dos amigas se acomodaban en el asiento trasero con los demas chicos. 

-Que casualidad!!!, tres chicos para tres chicas!!- le lanzo el chofer. Le sonrio candidamente mientras pensaba: "Si esa es tu mejor linea, mal vas chico".

El viaje se le hizo eterno, tratando de ser simpatica y comunicativa, al punto que aun no habian frenado del todo las gomas del jeep cuando ya ella habia saltado a la acera.

-"Si quereis, nos vemos aqui a las 12 y media y damos una vuelta"-le dijo el chofer en un ultimo intento de seduccion. 

-" Ya veremos. Pero gracias por todo ok?-

El jeep se perdio en la noche con un ultimo bocinazo y las tres echaron andar por la concurrida Calle Obispo. 

Siempre habia sido una de sus calles favoritas. El trafico de gente yendo y viniendo, las luces de las farolas, los comercios abiertos ofreciendo mercancias artesanales y la musica  sonando en cada restaurante. Trios y cuartetos en vivo que animaban la cena de aquellos, casi siempre turistas, que tenian la suerte de disponer de medios para costearse la exquisita comida tradicional.

La calle estaba repleta, como habitualmente un viernes. Como siempre pasa luego de una ruptura, solo se veian parejas felices por doquier. O aparentemente felices. No obstante, el aire fresco de la noche, las luces y el bullicio le estaban cambiando el animo. Al final no habia sido tan mala idea salir y despejar un poco la mente.

Mientras mas se acercaban a la Bahia mas concurrido estaba todo. Hicieron una parada en un pequenio bar en la misma acera del Malecon para comprar unas cervezas e ir animando la noche. Por supuesto, habia cola, pero eso le daba el tiempo de registrar completamente el paisaje. Pescadores sentados en el muro tirando sus canias con la esperanza de atrapar algun pez despistado que terminaria siendo enchilado, parejas abrazandose y besandose sin el mas minimo pudor, amigos reunidos alrededor de una botella contando chistes y anecdotas, el trafico intenso de la Avenida del Malecon. Una tipica noche habanera.

Cervezas en mano y ya mas animadas esperaron sentadas en el muro a que el dichoso barco diera  la vuelta a la Bahia, pagaron su ticket y montaron. No estaba mal. Aunque la musica era ensordecedora, una vez que salieron de la costa, la brisa, con su olor a sal y algas, refresco el ambiente. Se apoyo en la baranda y respiro a todo pulmon. La noche, al final, prometia. 

Despues de casi una hora de viajes gratis auspiciados por el DJ del barco muy interesado en hacer amistad con ellas, se fueron a un chiringuito a pedir algo de comer. Unas raciones de pollo asado y unas cervezas vendrian de maravillas. 

Buscaron una mesa y empezaron a cenar, comentando el rato que habian pasado en el barco.

-"No se que te has echado hoy en el perfume, pero tienes a todo el mundo a tus pies"- le comento su amiga entre bocado y bocado.-El DJ no te quitaba los ojos de encima, gracias a ti llegamos aqui gratis y ahora en aquella mesa hay un turista que te esta devorando literalmente. Quizas fue canela?"

-"Ideas tuyas"-contesto- lo que pasa es que como no les hago caso eso les hace empeniarse mas. Pasa de ellos para que veas como se pelean por ti. Ademas, te los regalo todos si quieres.

En ese momento el aire trajo una melodia a guitarra, una cancion romantica que le encantaba. Trato de ver de donde venia y se dio cuenta que era de un grupo de personas dos mesas mas alla. Uno de ellos estaba de espaldas, tocando la guitarra y cantando mientras los demas escuchaban y tarareaban.

La cancion termino y el muchacho se levanto y fue a por una cerveza. Iba todo vestido de negro, incluido un panuelo que llevaba al cuello. Pelo lacio, tapando el cuello. Se quedo mirandolo mientras esperaba su trago apoyado en la barra y le dijo a su amiga:

-"Ves? Cambiaria todos los piropos de hoy por uno de ese muchacho"

Justo en ese momento, y cerveza en mano, el la miro. Por Dios, que ojos verdes. Era como habia visto pasar tantas veces en las peliculas...el tiempo detenido. No se escuchaba nada, no habia nadie mas...solo el, detenido a mitad de camino, mirandola.

De repente, el le sonrio y le lanzo un beso. Madre mia!!! Que calor, que sofoco!!! Sentia que las mejillas le ardian y que iba a morir de verguenza. Bajo la mirada, totalmente perdida y rogandole a su amiga que se fueran de alli. 

-"Que dices!!Si te esta llamando!!! Anda, levantate y ve o te empujo!!

-"Ni se te ocurra, por favor. No me hagas pasar una verguenza. Yo voy sola.

Se levanto, confiando en que las piernas no le fallaran, y con el corazon retumbandole en los oidos se acerco a el. A medio camino se encontraron y sin saber que hacer le dijo:

-"Hola, me llamo Karina. Encantada"

-"Hola. Adrian pero todos me dicen  Adri."

Y alli, de pie, y perdida en sus inmensos ojos verdes supo con certeza que aquella noche empezaria algo que, de una manera u otra, duraria toda la vida.

Monday 15 November 2021

 

                                         DICIEMBRE 


Es casi Diciembre, y ya saben lo que eso significa:  llegan las Navidades...y con ellas las canciones, los adornos de colores brillantes, el maratón de cenas familiares donde siempre habrá una mala cara, un intercambio de palabras , una lágrima...
          Antes odiaba las Navidades. Solo me apetecía estar encerrada en casa, tranquila, disfrutando de un buen libro o una buena serie, enroscada en la suavidad del edredón. Pero a medida que han pasado los años me he ido acostumbrando al ambiente de esta época del año. Disfruto ver a la gente caminando con prisas por las calles, haciendo compras de última hora, encontrándose con los amigos y compañeros para tomar una copa (la primera de muchas ) y ponerse al día de todo lo que ha acontecido durante casi 365 días. 
                 
  En Cuba era diferente. Cuando era niña las navidades estaban prohibidas, eran un invento del Imperialismo que buscaba desestabilizarnos ideológicamente. Por lo mismo tampoco se festejaba día de Reyes, ni siquiera se iba a la iglesia para misa del Gallo o de lo que fuese. La religión también era diversionismo ideológico. 

                     Así que mi infancia transcurrió sin Santa Claus, Reyes Magos o árbol de Navidad.                      En cambio celebrábamos el triunfo glorioso de la Revolución Cubana y la entrada                        triunfante de los Rebeldes a la Habana, el Primero de Enero. No lo echaba de menos porque no lo conocía. Solo tenía como referencia los cuentos de mi abuelo y el famoso árbol de Navidad que tenían en casa cuado mi madre era chica y que llegaba al techo. Eso sí, la cena se mantenía. Ya fuera celebrando el nacimiento de Jesucristo o el triunfo de la revolución , el arroz congrí, el cerdo asado, la yuca con mojo y la ensalada no faltaban a la mesa desde el 24 de Diciembre hasta el 1ro de Enero, cuando calentábamos las sobras de todos los días anteriores resultando en algo que mi abuelo llamaba "montería" y que era simplemente delicioso.

Pero esa magia de tener un árbol en casa, adornarlo y esperar impaciente al día 25 para poner el niño Jesús en el pesebre no lo conocí hasta que tuve unos 13 años y mi padrastro hizó un árbol artesanal de alambre y fieltro verde, al que le pusimos manojos de algodón como nieve y muñecos de un viejo juego de Liliput que dormía el sueño eterno en el armario. Más que un adorno navideño parecía una alegoría al suicidio o al cadalso con tanto muñeco colgado del cuello con hilo pero para mí era lo más . Desde ese momento empezamos con la tradición del árbol de navidad/cadalso y de regalarnos algo por Reyes, así fuera un libro.


Ya con el paso de los años y el cambio de política acerca de la religión en el Gobierno, se pusieron a la venta los primeros "Christmas Trees",  después de casi 60 años de olvido y con ellos las consabidas guirnaldas de lucecitas que desesperaban a mi madre y las bolas y adornos para decorarlo. De más está decir que raudo y veloz nos hicimos de uno y así empezó mi tortura porque cada año había que probar si las luces encendían y en caso de que no, comprobar uno por uno los diminutos bombillos hasta dar con el hijo de p...que se había fundido y alteraba el funcionamiento de la larga cadena de luces. Creo que ahí se empezó a gestar mi odio por la Navidad.

Cuando mi hijo mayor nació la que se encargaba de poner y quitar el árbol era mi madre. Yo solo miraba y con ojo crítico, movía una bola azul para acá y otra roja para allá para que el dichoso árbol tuviera algo de balance, pues a mi madre mientras más adornos, mejor. No importa si el pino es de menos de medio metro y las guirnaldas de luces de colores son de tres...hay que enroscarlas todas. Lo mejor de todo, para mí, era la cena del 24 y 31 con la familia, donde siempre me tocaba hacer el arroz congrí, cenar escuchando música bailable, reír con mi abuelo recitando poemas y cantando punto spirituano y tirar el consabido cubo de agua a la calle a las 12 de la noche para que todo lo malo  se marchara y el año que entraba lo hiciera con abundancia, salud y amor. 

Pero a medida que nos hacemos mayores empiezan a quedar sillas vacías en la mesa familiar y aquellas que siguen ocupadas casi que es mejor que no lo estuvieran por lo que las cenas se van reduciendo en número y en diversión. Hasta el punto que, el año antes de venir a vivir a Gibraltar, solo éramos mi madre, mi hijo mayor y yo.

El venir permanentemente a Gibraltar en Octubre pareció en principio una buena idea. Pero el frío, la nostalgia y la cercanía de la época navideña me convencieron de lo contrario rápidamente. La familia de mi esposo y él mismo, hicieron hasta lo imposible porque me sintiera una más durante mi primera época festiva aquí pero, sentada ante la mesa llena de manjares extraños, escuchando anécdotas de épocas en las que no viví y cantando canciones en otro idioma, me sentía más extranjera que nunca. Y mi aversión por la Navidad se enquistó y se convirtió casi en odio. Cada año empezaba a temer, desde Octubre, la maldita secuencia de cenas, canciones, eventos familiares, compras y hasta los regalos. Creo que era la única persona en todo Gibraltar que bajaba de peso durante las fiestas.


Pero el tiempo pasa, y sabiamente va limando las esquinas y los bordes de nuestras aversiones. Y llegaron los mellizos...mis hijos más pequeños....y falleció mi padre, en Cuba, en la distancia, el día de mi cumpleaños. Y sin darme cuenta me fui apegando más a las costumbres que antes tanto odiaba, a las cenas que temía ver llegar, a los villancicos en Inglés, a las canciones de Mariah Carey repetidas en bucle una y otra vez en tiendas, restaurantes, cafeterías y hasta autobuses. Y me vi deseando ver mi casa iluminada con las malditas luces de colores, y mi eterno enemigo el árbol en un rincón, y mi casa oliendo a comida cubana y a aire frío en una mezcla única de lo de aquí y lo de allá...y mis hijos luciendo sus mejores galas, los fuegos artificiales de las 12 de la noche..y el amanecer en un nuevo año con la cocina llena de tapers de gammon, relleno frito y pata de jamón.






Como decía...es Noviembre y se acercan las Navidades......





Monday 11 May 2015

Un día especial...

A veces las cosas más sencillas y que damos por hechas son las que después más nos importan y las que echamos de menos cuando estamos lejos.

Hasta que estuve fuera de mi país no había comprendido la magnitud que tiene para nosotros, los cubanos, la celebración del Día de las Madres. Es comparable en Europa solamente con la Navidad.  Y es que ese día es para nosotros muyyy especial. Desde que amanece y sales a buscar el pan para desayunar tus vecinos te felicitan, el panadero(a), el bodeguero (a), el que vende las flores y hasta los desconocidos te saludan con el infaltable "Felicidades mamá".

Nosotros nos pasamos un mes antes haciendo cuentas para saber cuanto nos podemos permitir gastar en el regalo y haciendo disimuladas preguntas para saber qué quiere tu madre, que le hace ilusión. Si vive con nosotros empieza entonces un juego de Sherlock Holmes que va desde las preguntas, buscar dónde esconder el regalo en casa hasta la mañana del segundo domingo de mayo donde hay competencia a ver quién se levanta primero para felicitar con el consabido "cierra los ojos" para sacar el presente de su escondite y ver como a tu madre se le ilumina la cara cuando ve que es precisamente eso que quería, que te lo has trabajado y hasta has empeñado medio sueldo.No importa, es tu mamá y eso es una vez al año. Y ella con la cara resplandeciente le dice a tu hijo: Dale el regalo a tu mamá" y ahí te enteras que estaban compinchados desde hace rato y que también tu niño se ha contagiado de la "conspiración familiar" por el Día de las Madres.

Dios nos libre y nos guarde de olvidarnos de regalar aunque sea un jabón de baño a nuestra tía, madrina, abuela, amigas íntimas e incluso mejores vecinas. Ese olvido puede garantizarte todo un año de reproches y malas caras...hasta que la fecha vuelva a caer y puedas enmendarte.

Y si tienes pareja (y por ende suegra y cuñadas) sabes que te tocará repartirte en varios pedazos durante el día y comer en todas las casas aunque revientes porque si no de nada sirve que hayas comprado lo más grande...el día es un fracaso.

Y es ese calor humano, esa magnitud que tiene el Día de las Madres en Cuba el que se  echa tanto en falta. Ayer pasé un día magnífico con mi esposo e hijo (pues también soy madre), día que incluyó comida, playa y piscina (empezando con desayuno en la cama)...pero durante toda la jornada no podía evitar pensar en lo que estaría haciendo mi viejita en Cuba y cuán distintas serían las cosas si estuvierámos allí todos.


Pondríamos música desde la mañana, prepararíamos una comida o en su defecto salir a cenar, tomarnos unas bucaneros, recordar detalles tales como a qué hora nací, cuál fue la primera cosa que mi madre vio de mí, compararlo con mi propia experiencia de madre, ver a mi hijo sentado en las piernas de su abuela...casi de su misma estatura ya. Escuchar todas esas anécdotas que, por más que repetidas, no dejan de ser entrañables.

O estar con mi prima, en el campo, bebiendo ron perrero y jugando dominó con su esposo en lo que se asa el puerco en púa...sin grandes lujos pero con el corazón rebosante de amor.



Ayer intenté explicarle a mi esposo qué significa para nosotros ese día y que, aunque en mejor situación económica, yo lo estaba pasando de hecho peor que mi madre...porque me falta ella pero también mis vecinos, mis amigos...el calor de mi tierra...y hasta mi música.

Es muy duro todo el rato estar separadas pero más aún lo es en fechas significativas como estas...donde la sensibilidad se extrema y las lágrimas afloran a los ojos por nada.

Solo espero que este, si no el último, sea uno de los pocos Días de las Madres que me quedan por pasar sin mi vieja...sin mi madre linda....Te quiero mamá!!!!


Tuesday 5 May 2015

Retorno

 Hace mucho tiempo que no me siento a escribir. Creo que desde las Navidades o algo así. Todos los días me digo que lo haré pero la pereza de no tener que buscar en mi cabeza me gana. Hoy he decidido combatir contra esa pereza....al fin.

A finales de noviembre recibí la noticia de que mi madre se tendría que operar de un seno. Soy hija única y la noticia me trastornó. Me pasé días en desesperación con la imagen de mi madre del otro lado del mundo afrontando una situación tan delicada sin mí. Por suerte, y gracias a la intervención de ángeles terrenales, pude comprar el billete para estar allí antes, durante y después de su operación.

El viaje en sí ya era un reto: debía salir de Gibraltar hacia Manchester, pasar una noche allí y al otro día volar hacia Cuba pero no a La Habana sino Varadero y de ahí tomar el bus hacia La Habana. 

Los problemas empezaron antes de salir. Del aeropuerto de Gibraltar llamaron a Manchester para validar mi ticket de vuelo y confirmar que no necesitaba una visa temporal para el tiempo que estaría en UK. Fue una guerra de nervios. Con decir que hasta el último segundo no supe si lograría montarme en el avión o no. Esto se añadía a la angustia de dejar a mi hijo por tres semanas y marchar sola a Cuba. Al final, y en el último minuto, se resolvió todo y la angustia fue tal que ya no daba tiempo ni para despedidas lagrimosas. Pesé mis maletas y pase del otro lado del cordón viendo a mi esposo que se quedaba allí, al pie de la escalera eléctrica diciéndome adiós con la mano.

Pocos minutos después estaba en el avión rumbo a Manchester, donde nunca había estado, y en pleno invierno.

Lo primero que sentí de Manchester fue su aire gélido. Nada más y nada menos que menos dos grados celcius. Fue como un bofetón en el rostro. Con todo y que iba bien abrigada fue estremecedor. En el área de Control de Pasaporte me aguardaba otra larga espera y exhaustivo chequeo de pasaporte. Para colmo habían ocurrido hacía menos de un mes los atentados terroristas de París y la seguridad era extrema. Con decir que, cuando al fin pude salir de Control de Pasaporte, mis maletas eran las únicas que daban vueltas como borrachas en la cinta. Eso al menos fue una ventaja porque no tuve que buscarlas.

Saliendo del Aeropuerto deManchester me abordó un taxista indio con una mezcla de su idioma natal y acento "manchesteriano" y tras unos minutos de conversación digna de ser escuchada, y aún filmada, me llevó hasta el Premier Inn donde me hospedaría.

Al fiinnnn....si alguna ventaja tienen los Premier Inn es que son todos idénticos, las habitaciones, los adornos, las camassssssss que clasifican, para mí, entre las más cómodas.





Luego de hablar con mi esposo e hijo, tomar una ducha y cambiarme de ropas, bajé al restaurante del hotel a cenar. la noche estaba muy movida y el restaurante repleto por lo que me senté en el bar, pedí la comida y un paint de Coca Cola y me dispuse a esperar. Fue una sensación muy extraña la de estar sola, rodeada de desconocidos que hablaban en otro idioma y todavía con tantas horas por delante para llegar a mi tierra natal por lo que en cuanto estuvo mi cena la devoré a toda prisa y me fui a la habitación a aguardar el siguiente día.




A las pocas horas,  de madrugada en pie otra vez, a salir al aeropuerto con un frío de tres pares y pasar por la rutina del pesaje de las maletas, del chequeo de aduana y pasaporte: quítate las botas, la chaqueta, la bufanda, quédate casi en pelotas y con todo y eso pasa por el detector de metales.

Del viaje a Cuba qué decir?? Larguísimoooo...10 horas alargadas por la impaciencia de llegar...a ratos leyendo, a ratos viendo las pelis que pasaban, a ratos durmiendo.  A las cinco horas y pico de vuelo, mi compañero de vuelo, un señor mayor muy simpático decidió contarme su vida y milagros por lo que me pasé más de una hora escuchando en el más puro acento británico que tenía dos nietos mellizos, que era viudo y que le encantaba Cuba y, por supuesto, contándole, en un no tan puro acento británico los motivos de mi viaje y parte de mi vida. Cuando llegué al aeropuerto de Varadero estaba exhausta. 

Aquí también me recibió un golpe....pero de calor!!! 28 grados!!! Me había saltado 30 grados de tirón!!! En cuanto salí del avión empecé con el striptease: fuera bufanda, chaqueta, jumper...menos las botas me quité todo lo de abrigo.

Pasé, otra vez, por el chequeo exahustivo de las "amables" funcionarias de inmigración cubana y salí al exterior...a respirar a puro pulmón el aire caliente y pegajoso, pero entrañable, de mi tierra. 

Ya estaba en Cuba...en la tierra de la que una vez Cristóbal Colón dijera que era "la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto". Me quedaban solo tres horas para ver a mi madre...pero eso ya es otra historia.

Sunday 11 January 2015

De película!!!!

Confieso que mi primera reacción cuando vi cuál era la palabra de la semana fue sentirme tentada a hacer una reflexión sobre cómo me han defraudado las versiones cinematográficas de mis libros favoritos (excepto El Señor de los Anillos) y cómo esta decepción llegó a la cumbre con "Ángeles y Demonios" y "El Código Da Vinci", pero mi prima Elena se me adelantó, jajajaja.

Y aquí estaba, rompiéndome la cabeza pensando en qué escribir, cuando me vino a la mente una frase muy común en mi tierra y que se utiliza para describir una situación asombrosa en grado extremo ya sea para bien o para mal: de película!!!.

Cuando algo es de película" es excesivamente bueno o malo. Desde que salí de Cuba he vivido muchas experiencias peliculeras pero me voy a remitir a una de las últimas. El sueño de todo caribeño (o al menos uno de los más recurrentes) es ver LA NIEVE. La nieve que solo vemos en films y que no concebimos ya que cuando nieve en Cuba podemos decir que al planeta le quedan días de vida  ya que el cambio climático será extremo. Sabiendo esto, mi esposo nos quiso regalar a estos dos caribeños la experiencia de conocer la nieve....y partimos para Sierra Nevada, en Granada, España.


Después de un recorrido por carretera de 4 horas llegamos a Sierra Nevada. Se veían los picos llenos de nieve y hasta en la carretera había un poco, hecha hielo y peligrosamente deslizante. Mi hijo decía que le dolían las mejillas de la emoción y verdaderamente el paisaje, aún de lejos era fascinante. 

Con todo y eso no había mucha nieve, al menos en las laderas, así que tuvimos que subir en un teleférico hasta cerca de las cumbres para tocar realmente la nieve. El trayecto fue más largo de lo esperado y colgábamos a una altura impresionante. Cuando llegamos al destino todo era blanco, niños por doquier lanzándose bolas de nieve, esquiadores amateurs y profesionales y, por supuesto, un frío tan cinematográfico como el escenario en sí.

Me sentía literalmente dentro de una película, enterrándome en la nieve hasta casi la rodilla y lanzando bolas a diestro y siniestro. Dos niños chicos mi hijo y yo!!! Acostados en la nieve tratando de hacer "el ángel", respirando a pleno pulmón el aire frío de las montañas y caminando como astronautas dentro de nuestros capotes de abrigo. Fue fascinante!!!! Sencillamente de película!!! y una de esas experiencias que una no se cree aunque las esté viviendo.



Para hacer que mi hijo bajara de la cima casi que hay que extirparlo con cirugía láser del lugar. No quería marcharse ni a palos!!! Pero mi queridísimo esposo tenía otra experiencia peliculera, esta especialmente para mí. A sabiendas de lo mucho que deseaba conocer el lugar, de lo que había leído como profesora de Literatura o como simple amante de la lectura acerca de él, en nuestro camino de regreso pasaríamos por La Alhambra de Granada. De película de verdad!!!!!

Lamentablemente, al ser ya avanzada la tarde, cuando llegamos no había tours por dentro del complejo de edificaciones, pero aún así era realmente impresionante. Las altas murallas, las almenas, un riachuelo que debía de llevar ahí siglos, los árboles susurrantes en el viento...todo era como salido del libro "Cuentos de La Alhambra". Al segundo me vinieron a la mente los versos anónimos que siempre me impulsaron en mis fantasías por conocer esa maravillosa edificación:

"Dale limosna, mujer,
que no hay en la vida nada
como la pena de ser
ciego en Granada"

Verdaderamente exploré a gusto los alrededores, me nutrí de la experiencia de caminar sobre piedras centenarias y de sentirme, como no, en una película de "Las mil y una noches"





Fue un día genial, lleno de emociones, en el que pudimos vivir una realidad para la mayoría de los cubanos vista solo en películas: LA NIEVE!!!!.

Sunday 4 January 2015

Agua...siempre agua!!!

Nací en una ciudad rodeada de agua. Nací en una isla y por tanto, el  océano (o el mar en este caso) es algo tan natural como respirar.

En mi Habana natal no se puede ir a ningún lugar céntrico sin ver el mar. Si vas a Coppelia a tomar helado con los amigos tienes la maravillosa vista del Malecón Rampa abajo. Si estás por Quinta Avenida te acompañarán constantemente las imágenes y rumores de las Playas de Marianao (más costa pura que playa). Si quieres enamorar nada mejor que la vista incomparable de la Bahía Habanera desde las alturas de las fortalezas del Morro o La Cabaña.


Las aguas de mi Mar Caribe son fantásticas: cristalinas y tibias. Yo podría estar allí por horas...sintiendo la calidez y el balanceo de las olas. Desde chica aprendí a nadar y cuando lo hice cada viaje a la playa era un no salir del agua. Mi padre vivía a unos escasos 500 metros de una de las Playas de Marianao y en las vacaciones me pasaba allí al menos 15 días. Regresaba a mi casa exhausta, morenísima y con olor y sabor a sal en la piel. Amanecíamos sobre las 8 de la mañana en la playa y nos íbamos cerca del anochecer. Allí comíamos, descansábamos, explorábamos buscando cangrejos y erizos y nadábamos hasta el cansancio.

Con todo mis playas favoritas son Playas del Este, y de estas, Santa María del Mar, con su arena fina, finísima y sus aguas límpidas y profundas. Ya de adolescente me iba con mis amigas para allí y nos pasábamos el día entre nadar y tomar el sol en bikini haciendo competencia sobre cual quedaba más morena.


La primera vez que vi un océano fue cuando viajé por primera vez a Gibraltar, vía Habana-Londres. Aunque más bien lo vi al regreso pues la ida fue de noche. De las 9 horas que dura la travesía, 8 y media son sobre el Océano Atlántico. Es impresionante al principio y aburrido después ya que tienes más que suficiente tiempo para ver su inmensa masa azul.

Aquí, mi casa en Gibraltar lo mejor que tiene es su vista. Las puertas de cristal de mi balcón abren a unos diques donde aún se reparan barcos y que son tan antiguos que están protegidos por ser Patrimonio Cultural. Más allá de los diques la Bahía de Gibraltar con sus barcos y lanchas. O sea, cero edificaciones que tapen mi vista...a no ser que llegue un barco para ser arreglado (cosa que pasa más frecuentemente que lo que yo quisiera).



 La mayor ventaja de que Gibraltar solo mida 7 km cuadrados es que puedes ir andando prácticamente a cualquier parte. Encima, las playas quedan cerca de mi casa por lo que, en mis primeros días aquí, solía ir caminando hasta las playas, respirar profundo el aire salado del mar (que junto al de tierra mojada por la lluvia es el que más me gusta) y relajarme a la vez que dejarme comer por la nostalgia hacia mi pequeña isla.




Uno de los aspectos más curiosos es que aquí confluyen el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico...todo en uno. Es muy interesante pero para una caribeña es una tortura pues las aguas son frías aún en pleno agosto. La temperatura ambiente puede ser de 30 grados que el agua puede estar a 18. El contraste cuando entras es tremendo!!! Es un golpetazo de frío que te deja sin aliento y te pone de punta todos los vellos del cuerpo. A los naturales de aquí les encanta su agua fría, dicen que en las playas del Caribe no se refrescan por su tibieza, pero para mí es todo un reto cada vez que entro al mar!!!!

Puede ser que el agua se vea así de cristalina


pero no se engañen...está friísima!!!!

Con todo para mí, nacida y criada durante 33 años en una isla y por tanto rodeada de agua, es una bendición (que suple en parte otras carencias) vivir en un lugar donde el rumor de las olas y el salado olor a mar me llenan el alma!!!




Sunday 28 December 2014

Mi hermano

Ñaño es para mí una palabra extraña. En Cuba no se les llama así a los hermanos. Sé de más de uno que se partiría de la risa si se oyera llamar así. 

Soy hija única por naturaleza, por parte de madre y padre. Es una bendición cuando eres una niña chica y quieres toda la atención y los juguetes para ti, pero a medida que vas creciendo es más una maldición...aunque he visto relaciones entre hermanos que me han hecho sentirme aliviada por no tenerlos.

Cuando tenía alrededor de 3 años, mi madre conoció al que sería el amor de su vida y mi modelo de padre a seguir hasta los 18 años. Él fue el hombre que me crió, me inculcó valores y me ayudó a pasar por ese momento tormentoso que es la adolescencia.

Alejandro (que así se llama) tenía un hijo, que cuando mi madre lo conoció contaba con la edad de 19 años...16 más que yo y se llamaba Jorge Luis. Él no quería a mi madre pues albergaba la esperanza de que su padre volviese con la mujer que lo había criado desde chico, por tanto, tampoco quería nada que ver conmigo.

Pero yo desde chica he sido bastante testaruda y determinada y una tarde que estábamos en casa de los suegros de mi madre le dije: Mamá, ese muchacho no me habla" y a mi madre no se le ocurrió otra cosas que decirme: Háblale tú a él Kare". Dicho y hecho. Me fui para la sala con toda la determinación de mis 4 años, me le planté delante y le dije a bocaejarro: Hey, por qué no dejas de ver esa película y hablamos. Esa película no sirve".

Me imagino que debe de haber sido una escena graciosa para él ver a aquel comino de 4 años, con cerquillo y coletas como la niña de "Monsters Inc" espetarle eso así...a la cara, pues se echó a reír y cuando mi madre fue  a ver qué pasaba se encontró con su hija sentada sobre las rodillas de aquel (hasta entonces ) esquivo adolescente y enzarzada en una conversación animadísima.




De ahí  en adelante fuimos "mi hermano" y "mi hermana". Yo lo adoraba, veía por sus ojos y él me dejaba hacer lo que quisiese. Recuerdo que con 7 años enfermé de meningitis. Los dolores de cabeza eran horrorosos y no podía levantarla de la almohada sin llorar. Mi hermano fue una tarde, se acostó a mi lado y, con todas las ventanas cerradas, puso el proyector ruso mirando al techo para que yo no tuviese que mover la cabeza, y estuvo leyéndome películas hasta que quedé dormida.

A medida que fui creciendo la complicidad lo hizo también. Con la entrada en la pubertad vino la obligatoria charla "científica" de mi madre y de Alejandro sobre lo que eso implicaba en materia de riesgos y sexualidad. Una tarde vino mi hermano a casa, se sentó a mi lado y me preguntó: "Ya pipo te dio la charla?" " Pues bien, ahora yo te voy a dar la mía, la de la calle, para que el día de mañana no te engañe nadie y sepas asumir las consecuencias de tus actos" Y me habló como a un amigo o un colega...y se lo agradecí enormemente ya que nunca en mi vida he podido decir que me hayan forzado a hacer nada o que hubiese hecho algo por desconocimiento. Hasta ese punto llegaba el cariño y la confianza que nos teníamos. A mis 14 años y ya completamente desarrollada, seguía yo sentándome en sus piernas como aquel primer día.

Una noche de septiembre de 1994, estábamos Alejandro, mi madre y yo viendo "La Guerra de las Galaxias" cuando tocaron a la puerta. Era un policía. Venía a informarle a mi padrastro que mi hermano había tenido un accidente de tránsito. Mi padrastro palideció, nos dijo que le diéramos alcance después, se montó en el patrullero y se fue.

Nos vestimos en cinco segundos y nos fuimos para el hospital. Mi madre y yo especulando sobre cuál sería el alcance del accidente, si se habría fracturado algo o qué. Cuando llegamos al hospital la realidad superaba cualquier especulación. No se me olvidarán jamás las palabras que le dijo Alejandro a mi madre mientras la abrazaba: "Se nos muere el niño reina".

Mi hermano?? Muriéndose?? En mi mundo de 14 años  no cabía esa posibilidad. Mi hermano recién había terminado su licenciatura en Pedagogía y venía de hacer su guardia de fin de semana y esperaban en un semáforo con su esposa en bicicleta, cuando un camión, cuyo chófer venía borracho, se volcó de lado, y así impactó contra mi cuñada y ella le dió a él.

Por la situación económica del país en ese momento, las ambulancias demoraron mucho en llegar, y mi hermano, que tenía una fractura importante en la parte baja del cráneo producto del topetazo de la frente de su esposa, perdió sangre a raudales. 

A las 5 y media de la madrugada fallecía mi cuñada con solo 26 años. Mi madre, viendo mi estado de confusión y desesperación, decidió llevarme a casa de mi abuela y regresar al hospital. Allí pude dormir apenas pensando en que estaba en una pesadilla absurda y que despertaría en cualquier momento. Lamentablemente no fue así. A las 12 y media del día fallecía mi hermano, mi queridísimo hermano con solo 30 años y toda la vida por delante.

Este fue el golpe más duro que he tenido que soportar en mi vida. Mi mundo se vino abajo. Me sentía como un autómata. Mi abuela me vistió y fuimos a la funeraria. Todavía hoy no recuerdo bien quién estaba allí. Estaba medicada, medio grogui y completamente perdida. 

Cuando llegó el féretro y me acerqué a verlo, y lo vi, tan cercano y tan extraño...tan en paz que parecía dormido, fue cuando me golpeó la realidad y empecé a llorar terriblemente. Alguien me abrazó y yo solo decía: "Mi hermano, coño, mi hermano". Mi padrastro estaba destrozado, había envejecido 10 años.

Mi hermano era maestro y en la mañana vinieron decenas de sus alumnos a hacerle guardia de honor junto al féretro. En la sala de la funeraria no cabía un alma. Nadie reía como es normal en los velorios, nadie hacía chistes...casi nadie hablaba. La tragedia era muy grande.

Después de ese momento mi vida nunca fue igual. Tuvieron que pasar 5 años para que yo estuviera en condiciones de ir al Cementerio con mi madre, no podía escuchar la canción tema de la peli "Robin Hood" de Bryan Adams porque fue la última que vimos juntos y aún hoy el perfume de las mariposas me deprime pues la casa en esa época olía solo a mariposas.

A lo largo de los años el dolor se ha ido mitigando, aunque la ausencia no ha dejado de sentirse ni un solo día. Muchas veces me he preguntado qué aspecto tendría ahora, cuántos hijos, cuántas cosas habrían sido diferentes si estuviese vivo. Me he sorprendido pensando en que ahora tengo más años que él cuando murió, cinco más para ser exactos, y aún me siento en la flor de la vida...y me duele...me duele esa vida truncada prematuramente.

Por tanto fue lógico que cuando presenté mi tesis de graduada de maestra la dedicara a mi hermano, a mi ñaño..a ese que no conoció a su sobrino, que no vio a su hermana graduarse o casarse pero que siempre está conmigo: mi hermano Jorge Luis.

crédito de imagen:www.florerianataly.cl